viernes, 30 de abril de 2010

Reacción contra el positivismo en el Modernismo Catalán: El Simbolismo

EXPOSICIÓN "De Gaudí a Picasso"
IVAM 15 de marzo - 27 de junio

Hermenegildo Anglada-Camarasa
Le paon blanc,* ( 1904). Óleo sobre lienzo
MNAC Museu Nacional d´Art de Catalunya.

Los artistas modernistas, insatisfechos con la incapacidad de la sociedad para resolver los problemas sociales, comenzaron a rechazar la pintura supeditada a la realidad del momento que representaba la cotidianeidad, la aglomeración, la actividad industrial y la degradación urbana. La decepción les llevó a buscar otros valores más espirituales e intentaron hacer una pintura que trascendiese el objeto pintado, que superase la mera apariencia de las cosas. En este sentido, no hay que olvidar que en esta época Sigmund Freud está desarrollando sus teorías que más tarde en el ámbito artístico, contribuirán al surgimiento del Surrealismo.

 De momento y dentro del Movimiento Modernista catalán, se empiezan a generar expresiones más cercanas a un subjetivismo neorromántico, un antirracionalismo que se interesa por el cristianismo y las tradiciones en consonancia con el Movimiento Simbolista de Gustave Moreau, de Puvis de Chavannes y de Odilon Redon originado en Francia a finales del siglo XIX.
     Los artistas catalanes, influidos por Wagner, Willian Morris o Nietzsche  convergeran y entroncaran con el historicismo de la Renaixença y el movimiento cristiano de fin de siglo. Para Tomás Llorens, uno de los comisarios de esta exposición, “el simbolismo será el punto culminante del modernismo y le dará su imagen distintiva que Gaudí irradiará internacionalmente”.
     Se trata de un Movimiento que tuvo mayor relevancia en España que el Modernismo, pues además de Cataluña se dio también en Andalucía, recordemos las mujeres melancólicas en patios andaluces de Julio Romero de Torres.
         Esta corriente espiritualista cercana al simbolismo, se caracteriza por no poseer la carga ideológica de los prerrafaelistas ingleses y se concreta en una exaltación de los sentimientos y los sueños por encima de la temática. Sus artistas buscan la belleza a través de valores plásticos con los que idealizar y generar el misterio y la fantasía. En realidad se trata de un estilo libre que los artistas practicaban por propio placer y que alternaban con otro estilo costumbrista más comercial con el que pagar sus facturas.
     De entre las obras expuestas, destacamos los óleos sobre tabla con formato de luneto que corresponden a tres paneles que representan cada uno de ellos, las Alegorías de la Pintura, la Música y la Poesía (1894) de Santiago Rusiñol,  realizados por el artista para la sala gótica de su casa de Sitges, con claras influencias de los pintores de Quatrocento italiano, conocidos por el pintor en un viaje realizado a Florencia en 1894. Imagen del post del día 9 de abril
     También se pueden contemplar obras de Hermenegildo Anglada-Camarasa, pintor cosmopolita de reconocido prestigio internacional y uno de los máximos representantes de este movimiento. En el recorrido expositivo se incluye un grupo de sus obras donde se puede observar la evolución pictórica de este prolífico artista. Desde los iniciales e interesantes paisajes subjetivos e imaginarios lejos de los postulados del realismo, que más tarde sustituyó por la temática parisien, hasta el culmen de su obra con la llegada de la Primera Guerra Mundial, donde llega a la pura aritificiosidad entre el simbolismo y el decorativismo en temáticas de floclore valenciano y gitanos andaluces.
     En esta exposición podemos ver también, una interesante muestra de esculturas que presenta una clara influencia de Aguste Rodin, artista coetáneo que influyó en estos escultores y dio lugar a una sublimación de la figura femenina. De los inicios destacamos la Modestia (1892) de Josep Llimona de técnica impecable pero sin sentimentalismo.
     Artistas como Pablo Gargallo, Josep Clará, Enric Casanova y Manolo Hugué se formaron en el simbolismo de principios de siglo…


*La paon blanc, 1904  permite ver el resultado del giro que dió la obra de Anglada-Camarasa tras su estancia en París. A partir de esos años el pintor comenzará a utilizar una temática intrascendente, la vida nocturna de París que toma como pretexto de una pintura pura, consiguiendo la disolución de la figura en un cromatismo brillante y vaporoso, conformando una sinfonía cromática similar a las realizadas por pintores coetáneos como Whistler.

viernes, 23 de abril de 2010

INICIOS DEL MODERNISMO CATALAN: Santiago Rusiñol

EXPOSICIÓN De Gaudí a Picasso
IVAM 15 de marzo - 27 de junio

Café de Montmartre, (1890)
Santiago Rusiñol

Santiago Rusiñol, junto a Ramón Casas es el pintor más representativo del Modernismo Catalán. Fue novelista, comediógrafo y una de las figuras con mayor influencia en el Movimiento.
     De entre los cuadros de la muestra que se expone en el IVAM destacamos La casa de préstamos (1889), Gran Bal (1891) y la magnífica Café de Montmartre (1890). Realizada con una sabia composición de encuadre fotográfico, casi cinematográfico si la observamos a cierta distancia, cuando faltan todavía cinco años para que los hermanos Lumière presenten en sociedad el cinematógrafo. Rusiñol utiliza la perspectiva paralela para desplazar la escena principal a la izquierda de la composición y la equilibra con dos personajes de rojo, uno en la zona superior izquierda y otro en la zona de la derecha.

                                El Bohemi, Erik Satie al seu estudi (1891)
                                                Santiago Rusiñol

     En El Bohemi, Erik Satie* al seu estudi (1891) Rusiñol representa al compositor abstraído en sus pensamientos, en una composición de nuevo influenciada por la composición fotográfica. El músico aparece en un ángulo de su habitación, desplazado a partir de la perspectiva caballera, recurso con el que se aplasta y arrincona  visualmente al personaje. Con ello el artista ha pretendido acentuar la soledad y la melancolía. El músico y poeta vestido de negro en contraste con la pared más clara, aparece como el paradigma del artista bohemio.

* Erik Satie fue el creador de una música de gran simplicidad en un contexto musical marcado por la música con temas mitológicos y orientalistas de Wagner, Brahms, Puccini, Ravel y Debussy. Satie se manifestó en contra de la música impresionista de Debussy y Ravel por considerarla demasiado complicada, rebuscada, rechazando la música de su tiempo por plúmbea y compleja.

Su alternativa fue la creación en 1887 de una serie de tres Gimnopédies para piano con una sonoridad diferente, donde recrea el mundo de la danza griega a través de una melodía de gran sencillez que trasmite lo intemporal, la belleza, paz y sosiego con gran economía de medios. El Mínimal Art tomó la música de Satie como modelo por la simplicidad de su estética. GIMNOPÉDIE Nº 1


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sábado, 17 de abril de 2010

INICIOS DEL MODERNISMO CATALÁN

EXPOSICIÓN De Gaudí a Picasso
IVAM 15 de marzo - 27 de junio

Ramón Casas
La Madelaine* (1892)
Óleo sobre lienzo, Museu de Montserrat

     En los inicios de este movimiento, las primeras expresiones artísticas estaban relacionadas con la confianza en el progreso que se vivía en la época. Una de sus consecuencias fue el entusiasmo por la vida moderna.
     Por este motivo, los primeros representantes del movimiento imbuidos del arte francés del Juste Milieu,* de la pintura impresionista de Manet y Degas, así como de la pintura inglesa de Whistler y Beardsley, siguiendo las sugerencias de Baudelaire en El pintor de la vida moderna (1863), comenzaron a testimoniar y difundir la vida moderna que les rodeaba. Los confortables y apacibles interiores domésticos y la vida agitada de los espacios de sociabilidad como las terrazas de los cafés y las salas de baile, reflejan costumbres y ambientes, y conforman un repertorio temático obtenido a partir de la observación directa de la cotidianeidad urbana.
     Las obras situadas al principio del recorrido expositivo, corresponden a estas primeras expresiones del movimiento y están más cercanas al realismo con cierta carga de denuncia social. Es el caso del pintor Ramón Casas y las primeras obras de Santiago Rusiñol. De estos dos pintores catalanes se exhibe una interesante muestra en la que el retrato femenino es protagonista, conformando en su conjunto una exploración de lo femenino de fin de siglo en la que se intuye a Freud y que solo por ella, valdría la pena visitar esta exposición.
     Ramón Casas fue el primero en llegar a París, fue alumno del pintor hispanófilo Carolus-Duran, que a su vez había sido alumno de Manet, ambos eran admiradores de Velázquez.   Casas y Rusiñol participaron de la vida bohemia del Moulin de la Gallet. En sus comienzos pintan lo que les rodea, el mundo marginal y bohemio, no sin cierto sentimentalismo.
     Sus obras presentan algunas similitudes técnicas utilizadas por los impresionistas, como los encuadres insólitos de la fotografía, el uso de la perspectiva japonesa y las temáticas banales utilizadas en ocasiones por el pintor impresionista Degas, sin embargo, rechazan la pintura científica pues aunque utilizan los colores puros, como hacían los impresionistas, evitando el gris y el negro para los contornos, utilizan la gama de grises para los sombreados por la influencia del cromatismo de Whistler.

NOTA: El siguiente Post lo dedicaremos a la pintura de Santiago Rusiñol...

*La Madelaine (1892) es una de las obras que componen la exposición del IVAM y presenta una clara influencia de la obra de Manet, El bar de Folies Bergère (1881-1882) IMAGEN DEL POST ANTERIOR Aquí, una bella pero marchita joven con actitud indiferente, espera ser contratada. Sentada en la mesa de un café, se muestra delante de un espejo que deja ver los clientes que la observan, entre los cuales estamos nosotros que también la observamos. A su vez, esta temática la veremos en muchas obras de juventud de Picasso. La obra destaca por representar de una forma excepcional las calidades matéricas de carnaciones, tejidos, cristal, madera, etc., propio del Realismo.

*El Juste Milieu es una pintura tradicional o académica, denominada también estilo pompier, cuyo representante máximo fue Carolus-Durand (1817-1917) artista de gran éxito social de la época que practicó un arte para la alta sociedad.









lunes, 12 de abril de 2010

CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL MODERNISMO CATALAN

EXPOSICIÓN De Gaudí a Picasso
IVAM  15 de marzo - 27 de junio

                    Manet, El bar de Folies Bergère (1882)*

     El Modernismo Catalán junto con el vasco, conforman los dos focos de renovación artística que se dieron en España en el periodo de entre siglos. Una España que vive en el sistema político de la Restauración borbónica (1875-1923) caracterizado por la construcción de un modelo de Estado liberal sin democracia y la progresiva incorporación de movimientos sociales y políticos surgidos de la revolución industrial.
     En este contexto, el foco artístico catalán duró aproximadamente los 20 años que van de 1885 a 1905. Se trata por tanto, de un movimiento artístico y cultural surgido en el periodo de transición del siglo XIX al XX, en una Cataluña que como señala su comisario Tomás Llorens, está marcada por “el fuerte desarrollo urbano de Barcelona como consecuencia de la industrialización, que se dio en la región durante la segunda mitad del siglo XIX” a la vez que se vive “una profunda crisis social que va a dar lugar a la Primera Guerra Mundial” y va conformar un movimiento artístico y cultural que presenta ya, algunos aspectos que van a ser característicos de las vanguardias.
     Para una mejor comprensión del espíritu artístico de esta época, hay que tener en cuenta, que faltan todavía algunos años para la llegada de las Vanguardias artísticas del periodo de entre guerras, que los artistas se debaten entre la admiración hacia el progreso y el rechazo a la industrialización o su humanización, generando un periodo que recoge por igual, elementos ya superados como innovadores que sin embargo, no alcanzaran la brillante resolución de La Bauhaus, pues esta no ha realizado todavía sus diseños para la máquina.
     En lo que respecta a las características del Modernismo Catalán, como hemos avanzado anteriormente, carece de unidad estilística pues agrupa diferentes corrientes artísticas que reflejan en cierto modo las diversas corrientes filosóficas imperantes en el fin de siglo y las diferentes influencias pictóricas vigentes en Francia e Inglaterra, por este motivo, son pocas las similitudes estilísticas que comparten. Sin embargo, se puede decir que les une la temática de sus cuadros, pues la producción pictórica de estos artistas se centra en el retrato y el paisaje para un dar cuenta de esa modernidad, ya sea en su aspecto más alegre o más triste. Tienen como referente a los grandes maestros impresionistas como Manet y Degas y están influenciados por el japonesismo y la fotografía, lo que va a caracterizar las composiciones con agudas perspectivas y encuadres fotográficos.
     Así, entre 1889 y 1893 el Modernismo se va a introducir en España a través de dos pintores españoles que estuvieron en tierras francesas: Ramón Casas y Santiago Rusiñol, ambos representados en la exposición que nos ocupa.

*El bar de Folies Bergère fue realizada por Édouard Manet en 1882 para plasmar una escena contemporánea de la vida moderna con el concepto de instantaneidad de la representación fotográfica, por ello captó el momento en el que una joven camarera atiende a un cliente que aparece reflejado en el ángulo superior derecho del espejo consiguiendo un juego de imágenes que hace que los espectadores del cuadro nos convirtamos en clientes, un recurso pictórico que Manet toma de Velázquez y que volveremos a ver en Ramón Casas.

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viernes, 9 de abril de 2010

EXPOSICIÓN "DE GAUDÍ A PICASSO" El Modernismo Catalán

INSTITUT VALENCIÀ D´ART MODERN (IVAM) 
15 de marzo - 27 de junio  

Óleo sobre lienzo:  Alegoría de la Pintura (1894) Santiago Rusiñol
Escultura: Modestia (1892) Josep Llimona
       
Aunque el título de la exposición De Gaudí a Picasso,  parece sintetizar en estos dos significativos artistas el contenido de la muestra, lo bien cierto es que el visitante va a encontrarse con una gran variedad de obras que integran un movimiento artístico etiquetado con el nombre de Modernismo Catalán. Concepto que responde a un criterio temporal de carácter territorial identitario, en el que se engloba las diferentes corrientes pictóricas surgidas en paralelo a la arquitectura modernista y previa al surgimiento de las Vanguardias artísticas del periodo de entreguerras.
        Ello supone una gran complejidad a la hora de plasmar este discurso en una exposición que sea accesible al gran público, pues la comprensión de tal periodo artístico requiere de ciertos conocimientos de la historia del arte y del contexto sociopolítico y cultural de la época. Por este motivo he creído necesario tratar de explicar en días sucesivos y de la forma más clara posible, las características de uno de los movimientos artísticos surgidos poco antes de la Primera Guerra Mundial. Para ello se ha dividido el tema de esta exposición en 4 apartados que hemos titulado: 

         - 1 - Contexto histórico y cultural del Modernismo Catalán
         - 2 - Inicios del Modernismo catalán.
         - 3-  Reacción contra el positivismo en el Modernismo Catalán
         - 4- Tercera y última etapa del Modernismo Catalán

A lo largo de este recorrido, que intentaremos adaptar al recorrido expositivo, veremos cómo el Modernismo supone libertad artística, libertad de expresión, de forma, de color, de idea y por tanto de creación. De ahí que esté constituido por diversas corrientes que presentan ya, algunos aspectos que van a ser característicos de la Vanguardias, conformando un conglomerado de corrientes artísticas que los comisarios Tomás Llorens y Boye Llorens, han intentado plasmar en la sala 3 y 4 (primer piso) del IVAM.
       A través de un diseño claro, donde cada obra tiene el espacio necesario para ser contemplada en toda su dimensión, con iluminación y textos explicativos adecuados, se intenta arrojar luz sobre un movimiento artístico desconocido para el gran público, pero que recomendamos entender en su globalidad a la vez que, disfrutar de cada una de las obras en sí mismas.
       La excusa para desplegar un periodo artístico que se sitúa en la transición del siglo XIX al XX, en un museo de arte moderno no es baladí, pues la finalidad de esta exposición es la de recoger el ambiente artístico y cultural del movimiento pictórico donde algunos de los artistas de las Vanguardias como Braque, Apollinaire, Gris o Picasso van a formarse. Con esta exposición se ha intentado la aproximación a un periodo cultural caracterizado por la libertad artística y la ausencia de normas en el que Picasso va a iniciarse como artista. A través de este acercamiento expositivo tenemos la oportunidad de conocer qué artistas frecuentó, qué corrientes artísticas le influyeron, cómo se ven estas corrientes en la obra del artista, con lo que conseguiremos una mejor comprensión del genio universal del siglo XX.

martes, 6 de abril de 2010

EXPOSICIÓN "Después de la Alambrada". El arte español en el exilio 1939-1960

  EUGENIO GRANELL
El vuelo diurno del pájaro Pí, 1952
Temple sobre cartón. Fundación Eugenio Granell, Santiago de Compostela.

Con esta exposición, el comisario y profesor de la Universidad Complutense Jaime Brihuegas recoge una muestra de aquellas expresiones artísticas realizadas por artistas españoles que sufrieron el exilio durante el periodo que va, desde el fin de la Guerra Civil española en 1939 hasta 1960, década en la que el arte español se renovó al calor del desarrollismo económico.
     Estamos ante una exposición de arte contemporáneo y sin embargo, percibimos de inmediato que lo fundamental aquí es el discurso político del hecho histórico y el arte con mayúsculas y no tanto, los artistas y sus obras concretas. De este modo se explica la cantidad y variedad de artistas invocados en un diseño expositivo en el que predomina más la heterogeneidad con la que mostrar el colectivo de artistas exiliados, que la individualización de su obra y trayectoria artística correspondiente. Las obras se han agrupado por artistas identificados por cartelas situadas en los márgenes del lienzo de pared, como si la poca información que ofrecen fuese prescindible. La colocación de paneles orientativos junto a las obras, hubiesen aportado algunos datos sobre la cronología de su exilio, el país donde se instalaron, los lugares donde trabajaron y con qué otros artistas o personalidades se relacionaron para que el visitante pudiera situarlos en los nuevos contextos en los que debieron moverse.
     Al renunciarse a exponer una comprensión completa y profunda de esos artistas y por extensión de su obra pictórica, se les niega cualquier relevancia en el conjunto expositivo y aunque son obras significativas, quedan en una especie de anonimato que denota que las obras están al servicio de un discurso histórico, no artístico, con el que testimoniar el hecho histórico del exilio que truncó las florecientes expectativas artísticas de muchos pintores que tuvieron que huir “por razones políticas o por asfixia cultural”.
     Esta muestra estará expuesta en el primer piso del Centre Cultural de la Universitat de València del 25 de febrero hasta el 25 de abril y coincide temporalmente en parte, con la exposición Art Salvat que se expone en el claustro del Centre Cultural de la Universitat de València, del 30 de marzo al 30 de mayo, organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y el Centro Cultural de la Universitat de València y que resultan claramente complementarias.

 Traslado obras de arte al Palacio de la Sociedad de Naciones de Ginebra.
Anónimo. Archivo de la Sociedad de Naciones.
     Se trata de una muestra que se inscribe en la idea de la recuperación de la memoria histórica, dentro de las actividades programadas para celebrar la Presidencia Española de la Unión Europea y conmemorar el 70 aniversario del salvamento del patrimonio artístico español y de la intervención internacional.
     Esta exposición estuvo anteriormente expuesta en la explanada del Museo del Prado de Madrid durante los meses de febrero y marzo para a continuación llegar a Valencia, siguiendo el mismo itinerario que las obras recorrieron en el proceso de salvamento durante la guerra.
     Comisariada también por otro profesor de la Universidad Complutense de Madrid, el profesor Arturo Colorado Castellary, de ella destacamos su exhaustiva documentación y su diseño creativo e innovador para recrear de una forma sencilla los acontecimientos y dificultades vividos por el Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros de Arte Españoles, creado por el gobierno de la República durante la Guerra Civil Española para poner las obras de arte a salvo de las bombas.
     El recorrido expositivo desarrolla cronológicamente el traslado y está formado por grandes cajas de embalaje de madera, rotuladas con los nombres de las obras de arte que debieron contener para el viaje, conformando parte de los parabanes que sostienen todo tipo de reproducciones de documentos, fotografías, planos, mapas, textos, sonorización, completado con un vídeo y diapositivas que explican y detallan minuciosamente todos los vericuetos vividos por las obras en su largo periplo hasta la Sociedad de Naciones en Ginebra para su custodia. Los recursos expositivos desplegados en el claustro mayor, contribuyen a atrapar la atención del espectador, dejándonos inmersos en los graves y dramáticos momentos históricos de nuestra Guerra Civil tan lejana para muchos ciudadanos de hoy.
     Un trepidante y arriesgado traslado que ha sido muy bien recogido por el profesor, denotando su habilidad para la confección de guiones para el mundo audiovisual. Desde este foro, sin ánimo de frivolizar, queremos alentar al profesor Arturo Colorado a trasladar a guión cinematográfico de ficción, los hechos narrados en esta exposición, con ello se divulgaría al gran público uno de los hechos históricos más agitados de nuestra historia reciente.
      Se trata pues, de la exposición de otro hecho histórico que antecedió al exilio de los artistas como consecuencia de la guerra. Una y otra exposición son independientes, pero el hecho de estar realizadas por dos profesores de la Complutense y sobre todo su temática, nos indica que están íntimamente relacionadas y que la una podría ser el colofón de la otra. Dos exposiciones que recomendamos a todos aquellos que se sientan identificados con nuestra identidad histórica y con aquellos que hicieron posible la supervivencia de nuestro patrimonio artístico.
     Como nota negativa destacamos el hecho de que no se haya dado la necesaria preeminencia a los artistas exiliados por estar sometidos al discurso político apoyado en dos conceptos fundamentales, el compromiso del gobierno de la Republica con la preservación del patrimonio cultural español y el fenómeno del exilio, como expresión de la pérdida de un patrimonio cultural e intelectual intangible pero bastante real, algo que aún hoy muchos lamentamos. La correcta singularización de las obras hubiera conseguido prestigiar a los artistas como se merecen y a la postre, la propia exposición habría ganado una mayor significación.

La Nau. Centre Cultural de la Universitat de València.
Calle Universitat, 2. Tel 963.864.377
Fotos: folleto de mano

viernes, 2 de abril de 2010

Arte Contemporáneo en Roma

     
Gagosian Gallery  Via Francesco Crispi, 16. Roma
      En la reciente visita que hice a Roma en mis minivacaciones falleras, después de disfrutar de las maravillas de la Antigüedad clásica, me preguntaba qué tipo de arte contemporáneo se exhibe en el epicentro de la antigua cultura occidental.
      Con esta curiosidad, me dirigí hacia la Galleria Comunale d´Arte Moderna e Contemporanea situada en la Via Francesco Crispi número 22, en busca de algún referente cuando tropecé con la Gagosian Gallery ubicada en el número 16 de la misma calle. Esta galería forma parte de una de las principales cadenas de galerías de arte propiedad del estadounidense Larry Gagosian, apodado Larry “Go-Go” por la rapidez y agilidad para comprar, vender y ganar. Gagosian practica un galerismo orientado a los grandes negocios. Sus estrategias comerciales se rigen por similares principios a los de cualquier centro comercial que le ha llevado a colocar estratégicamente ocho sucursales por todo el mundo, tres en Nueva York, una en Los Ángeles (Beverly Hill) dos en Londres, una en Atenas y la citada en Roma, además de dos oficinas, una en San Diego y otra Hong Kong, y como suele expandirse en periodos de recesión económica, se espera que realice nuevas aperturas en Moscú, India o China. Es tal su olfato comercial que marca tendencia, pues el lugar donde inaugura una galería se convierte en metrópoli artística contemporánea, algo de lo que Roma está muy necesitada debido a que esta ciudad, no tiene la tradición de Milán o Venecia en lo que respecta a arte contemporáneo.
       Los orígenes de esta galería se remontan a las ventas de obras de arte de primera fila que Gagosian realizó en los años ochenta, a hombres de negocios americanos coleccionistas y filántropos de las artes. Gagosian ha sido nombrado recientemente por la revista Vanity Fair, como una de las figuras más poderosas en el panorama internacional del arte. Actualmente representa a artistas como Walter de Maria, Richard Serra, David Smith, Jeff Koons y un largo etcétera de primeras figuras de las artes contemporáneas.

CHRIS BURDEN: The Heart: Open or Closed
Del 13 Febrero al 27 marzo
       En la galería de Roma se exponía una instalación y un vídeo del artista californiano Chris Burden (1946) titulada The Heart: Open or Closed, que consistía en dos arquitecturas independientes pero relacionadas entre sí, metáfora de dos culturas divididas por el odio, Oriente y Occidente.
      La una titulada Nomadic Folly (2001), es la interpretación de una tienda nómada a partir de una estructura compuesta por una plataforma de madera que sostiene cuatro grandes espacios generados a partir de tejidos, alfombras y lámparas con un fondo musical de canciones turco-armenias.
     La otra arquitectura, titulada Dreamer´s Folly (2010) consiste en una estructura con planta de cruz griega en hierro forjado ornamental cubierta por bóveda de cañón con la que se quiere evoca los miradores de los jardines ingleses a modo de un “hermoso santuario para soñar”.
     El vídeo realiza la función de contraste entre ambos mundos. En él aparece Burden en un primerísimo plano con gafas de nadar y con el agua al cuello, para representar un predicador que lanza intensas y breves prédicas xenófobas.
     La simpleza e ingenuidad de este artista nos sorprende. Para poder entrar en la arquitectura oriental era necesario descalzarse, mientras que la occidental era más fácilmente accesible por no necesitar de dicho requerimiento. Son dos espacios abiertos pero a la vez bien definidos, limitados, el uno junto al otro, pensados para que el visitante los transite. Sin embargo, solamente pasee por la arquitectura occidental, mientras que la oriental no me fue posible entrar. Sentía este espacio ajeno a mí. Sí, es verdad que la contemplé detenidamente y escudriñé los microespacios ocultos tras las ricas sedas, pero mi cultura y el contexto museístico me impidió entrar. Con esta sencilla pero eficaz exposición, el artista nos ilustra sobre la arquitectura de la cultura como espacios bien definidos, perceptiblemente accesibles pero cerrados por nuestras propias barreras culturales.
     La instalación propone diferentes lecturas. Por un lado lo apasionante de poder transitar por otros espacios culturales, frente a la constatación de la dificultad que supone la multiculturalidad. En cualquier caso, la exposición presenta cierto aire de simulacro donde presenta lo occidental con tintes bucólicos y lo oriental desde una fantasía literaria, produciendo una idealización de esa multiculturalidad que acaba por falsear el mensaje que pretende hacer llegar al espectador, porque la multiculturalidad es un proceso complejo y conflictivo que no puede ser ilustrado con planteamientos tan ilusionistas.
      Pero, en el contexto de comercio del arte contemporáneo comentado, ¿cómo se sitúa este artista y esta instalación? Sin duda, la Gagosian Gallery actúa como una franquicia similar a Macdonals, donde se prima más la apertura de puntos de venta para recibir encargo de artistas previamente encumbrados a través del marketing cultural, que la promoción de las artes y no digamos de la percepción de obras de arte. Esto supone una revolución en sí, ya que nos enfrentamos a galerías donde el arte es un simulacro, la obras de arte no están sino solo, como una muestra y representación de un objeto que puede ser comprado.
     ¿Es esto arte? Indudablemente. Es el arte que se expone en las galerías de arte internacionales del siglo XXI. Un arte hecho para vender, imbricado en un sistema comercial cuya función es su venta y consumo rápido, por tanto la pregunta esencial sería, si estamos ante un arte de calidad que presupone valores estéticos o sociales que tengan valor más allá de lo comercial. En el caso de la obra expuesta de Burden nos parece una obra excesivamente simplista ejecutada con un lenguaje Disney, que podríamos denominar arte-Disney.