lunes, 12 de abril de 2010

CONTEXTO HISTÓRICO Y CULTURAL DEL MODERNISMO CATALAN

EXPOSICIÓN De Gaudí a Picasso
IVAM  15 de marzo - 27 de junio

                    Manet, El bar de Folies Bergère (1882)*

     El Modernismo Catalán junto con el vasco, conforman los dos focos de renovación artística que se dieron en España en el periodo de entre siglos. Una España que vive en el sistema político de la Restauración borbónica (1875-1923) caracterizado por la construcción de un modelo de Estado liberal sin democracia y la progresiva incorporación de movimientos sociales y políticos surgidos de la revolución industrial.
     En este contexto, el foco artístico catalán duró aproximadamente los 20 años que van de 1885 a 1905. Se trata por tanto, de un movimiento artístico y cultural surgido en el periodo de transición del siglo XIX al XX, en una Cataluña que como señala su comisario Tomás Llorens, está marcada por “el fuerte desarrollo urbano de Barcelona como consecuencia de la industrialización, que se dio en la región durante la segunda mitad del siglo XIX” a la vez que se vive “una profunda crisis social que va a dar lugar a la Primera Guerra Mundial” y va conformar un movimiento artístico y cultural que presenta ya, algunos aspectos que van a ser característicos de las vanguardias.
     Para una mejor comprensión del espíritu artístico de esta época, hay que tener en cuenta, que faltan todavía algunos años para la llegada de las Vanguardias artísticas del periodo de entre guerras, que los artistas se debaten entre la admiración hacia el progreso y el rechazo a la industrialización o su humanización, generando un periodo que recoge por igual, elementos ya superados como innovadores que sin embargo, no alcanzaran la brillante resolución de La Bauhaus, pues esta no ha realizado todavía sus diseños para la máquina.
     En lo que respecta a las características del Modernismo Catalán, como hemos avanzado anteriormente, carece de unidad estilística pues agrupa diferentes corrientes artísticas que reflejan en cierto modo las diversas corrientes filosóficas imperantes en el fin de siglo y las diferentes influencias pictóricas vigentes en Francia e Inglaterra, por este motivo, son pocas las similitudes estilísticas que comparten. Sin embargo, se puede decir que les une la temática de sus cuadros, pues la producción pictórica de estos artistas se centra en el retrato y el paisaje para un dar cuenta de esa modernidad, ya sea en su aspecto más alegre o más triste. Tienen como referente a los grandes maestros impresionistas como Manet y Degas y están influenciados por el japonesismo y la fotografía, lo que va a caracterizar las composiciones con agudas perspectivas y encuadres fotográficos.
     Así, entre 1889 y 1893 el Modernismo se va a introducir en España a través de dos pintores españoles que estuvieron en tierras francesas: Ramón Casas y Santiago Rusiñol, ambos representados en la exposición que nos ocupa.

*El bar de Folies Bergère fue realizada por Édouard Manet en 1882 para plasmar una escena contemporánea de la vida moderna con el concepto de instantaneidad de la representación fotográfica, por ello captó el momento en el que una joven camarera atiende a un cliente que aparece reflejado en el ángulo superior derecho del espejo consiguiendo un juego de imágenes que hace que los espectadores del cuadro nos convirtamos en clientes, un recurso pictórico que Manet toma de Velázquez y que volveremos a ver en Ramón Casas.

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2 comentarios:

  1. Encontre este texto "por ahi" cual contextualiza bastante mejor de lo que un iletrado artistico como yo hubiera podido hacer.
    http://www.gaudiallgaudi.com/E0003.htm
    A ver la opinion que te merece

    Interesante serie de ariculos que nos estas brindando. Recuerdos

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  2. No dejo de aprender, mariluz, en tus magníficas entradas. Voy a mandar la dirección de tu blog a "Escaparate valenciano", una web que acaba de crearse y que, como su propio nombre indica, trata de las cosas de aquí. Besotes.

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