viernes, 23 de abril de 2010

INICIOS DEL MODERNISMO CATALAN: Santiago Rusiñol

EXPOSICIÓN De Gaudí a Picasso
IVAM 15 de marzo - 27 de junio

Café de Montmartre, (1890)
Santiago Rusiñol

Santiago Rusiñol, junto a Ramón Casas es el pintor más representativo del Modernismo Catalán. Fue novelista, comediógrafo y una de las figuras con mayor influencia en el Movimiento.
     De entre los cuadros de la muestra que se expone en el IVAM destacamos La casa de préstamos (1889), Gran Bal (1891) y la magnífica Café de Montmartre (1890). Realizada con una sabia composición de encuadre fotográfico, casi cinematográfico si la observamos a cierta distancia, cuando faltan todavía cinco años para que los hermanos Lumière presenten en sociedad el cinematógrafo. Rusiñol utiliza la perspectiva paralela para desplazar la escena principal a la izquierda de la composición y la equilibra con dos personajes de rojo, uno en la zona superior izquierda y otro en la zona de la derecha.

                                El Bohemi, Erik Satie al seu estudi (1891)
                                                Santiago Rusiñol

     En El Bohemi, Erik Satie* al seu estudi (1891) Rusiñol representa al compositor abstraído en sus pensamientos, en una composición de nuevo influenciada por la composición fotográfica. El músico aparece en un ángulo de su habitación, desplazado a partir de la perspectiva caballera, recurso con el que se aplasta y arrincona  visualmente al personaje. Con ello el artista ha pretendido acentuar la soledad y la melancolía. El músico y poeta vestido de negro en contraste con la pared más clara, aparece como el paradigma del artista bohemio.

* Erik Satie fue el creador de una música de gran simplicidad en un contexto musical marcado por la música con temas mitológicos y orientalistas de Wagner, Brahms, Puccini, Ravel y Debussy. Satie se manifestó en contra de la música impresionista de Debussy y Ravel por considerarla demasiado complicada, rebuscada, rechazando la música de su tiempo por plúmbea y compleja.

Su alternativa fue la creación en 1887 de una serie de tres Gimnopédies para piano con una sonoridad diferente, donde recrea el mundo de la danza griega a través de una melodía de gran sencillez que trasmite lo intemporal, la belleza, paz y sosiego con gran economía de medios. El Mínimal Art tomó la música de Satie como modelo por la simplicidad de su estética. GIMNOPÉDIE Nº 1


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